El poder de hacer que nuestro cerebro crea algo diferente es asombroso, hoy te puedes lanzar del piso 51 de un edificio sin sufrir un solo rasguño, viajar por las entrañas de un tiburón sin una sola mordida, hacer un viaje en submarino sin salir de la ciudad.

La tecnología ha evolucionado a pasos agigantados, hoy nada se parece a lo que vivíamos hace 20 años (quienes estábamos presentes) y nos ha puesto retos interesantes a quienes tenemos la vida puesta en la investigación. El tamaño global del mercado de Realidad Virtual y Aumentada ha crecido exponencialmente en los últimos años y se espera que continúe con esta tendencia hacia 2022 para representar un mercado de 17.8 Billones de USD en Realidad Virtual con un crecimiento de 44.5% y de más de 161 billones de USD para Realidad Aumentada con un crecimiento de casi el doble para el 2022.

En investigación de mercados el uso de Realidad Virtual o Aumentada crece y se ha demostrado que favorece en gran medida el involucramiento de los participantes en las dinámicas, al convertirlas en experiencias lúdicas, frescas y novedosas actuando como favorecedoras del proceso de investigación ya que no alteran los resultados finales, según un estudio realizado y presentado en ESOMAR, como cualquier herramienta debe apalancarse en valores que la hagan viva y potencien su desempeño. Conocerlos es nuestra responsabilidad e integrarlos a nuestras experiencias garantizará su efectividad.

Desde hace 2 años BRAIN ha incorporado la tecnología de Realidad Virtual, Realidad Aumentada y 360 a sus programas de investigación. Hoy con estas herramientas podemos simular espacios y estímulos sin estar presentes en la vida real lo que permite optimizar la inversión del cliente, el acercamiento al shopper sin  permisos de las tiendas, los tiempos de respuesta, así como evaluar estímulos en un ambiente mas cercano a la realidad del consumidor.